Si mi familia hubiera sabido que en un encierro aprendería a cocinar, ¡hace rato que me habrían encerrado!
¡Yo soy una mujer que se le mide a todo! Cuando pequeña, practiqué varios deportes, fui directora de barras, gimnasta y bailarina; estuve en el Concejo Estudiantil; canté en el coro; produje eventos; hice comerciales y monté a caballo, así como en cualquier montaña rusa, árbol o artefacto que me lo permitiera.
Todo esto, mientras cuidaba a mis hermanos menores. Hice los mejores brownies del colegio y unas pizzas increíbles y, aunque en mi casa siempre abundaron (y abundan) los libros de recetas, cocinar jamás estuvo dentro de mi repertorio.
Cuando la rutina cambia y nos sacan de nuestra zona de confort, nos vemos obligados a reinventarnos laboral y personalmente.
En otro momento hablaremos de lo que ha sucedido con 24/7. Hoy vamos a empezar un viaje de sabores que siempre disfrutaba al comer, pero jamás al preparar
A partir de mi post en Instagram, en el que compartí las fotos de las recetas que he aprendido a preparar durante esta cuarentena, me di cuenta de que muchos se identificaron con lo que me ha sucedido en estos días.
Además de tener un esposo que cocina delicioso y personas que me han ayudado en esta labor durante mis 25 años de matrimonio, nos gusta salir a comer y los domicilios son una gran solución. Si a esto le sumamos que cuando viajo sola por trabajo, soy capaz de alimentarme a punta de cereal y malteadas de proteína o aprovecho para hacer un detox, nunca me he encontrado en una situación en la que me haya visto obligada a alimentar a los demás. Me llegó el momento.
Lo que he aprendido, en estos días, es que la cocina es un proceso de ensayo y error y que las recetas –que encontramos en libros y on-line– deben ser apenas el punto de partida y la inspiración.
También que la magia está en los olores, en una combinación de sabores balanceada, cierta estética y mucha creatividad. Me he equivocado, me he frustrado, pero también he tenido momentos en los que siento que he podido navegar con habilidad y seguridad. Además, he explorados las bondades de súper alimentos, flores y hierbas que no conocía y que convierten un té, una ensalada o un jugo en un alimento potente.
Me leo y no lo creo. Nunca pensé que, un día, fuera a escribir sobre el mundo de la cocina. Esto comprueba que nunca es tarde para aprender y que el deseo es el precursor de cualquier meta. Poco a poco, les iré entregando recetas para que las ensayen en su casa.
Me gusto mucho!!!
Genial paola. Ota faceta que seguro haras super bien. En Buena hora llego la cuarentena. Abrazos virtuales.
bella mi pao digna de imitar eres fantástica abrazo y muchas bendiciones